Güeros

Güeros

Por Erik Martínez

Güeros (2014). Dir. Alonso Ruizpalacios
Güeros (2014) de Alonso Ruizpalacios es la máxima ganadora de los Ariel en el 2014 y no es por menos, pues genera una nueva propuesta al cine mexicano en su ejecución cinematográfica.
Ambientada en la huelga del CGH UNAM del 99-2000, Güeros presenta en pantalla contrataciones sociales, políticas y emocionales con una constancia perpetua. Deja a sus personajes bien establecidos, los cuales generan llaves para la confrontación de los conflictos.
Tomás (Sebastián Aguirre), un niño veracruzano, se va a vivir a la Ciudad de México con su hermano mayor luego de que su mamá lo manda porque ya no lo aguanta. Ahí se reencuentra con Federico (Tenoch Huerta), o como sus compañeros de la universidad lo conocen “Sombra”, de la misma manera conoce a Santos (Leonardo Ortizgris), el amigo de aventura su hermano.
Después de leer en el periódico que Epigmenio Cruz, un cantante que según es quién podría rescatar al rock nacional, está en gravedad en el hospital, deciden ir a buscarlos para cumplir un capricho de Tomás. En el camino se encuentran con Ana (Ilse Salas), lideresa del moviente estudiantil, quien después de escuchar la música de Epigmenio se une al viaje.
El filme es un road movie que se desarrolla en la grandeza de la Ciudad de México, en una búsqueda de quien dicen “hizo llorar a Bob Dylan” con sus canciones.  Un viaje en donde las vicisitudes de los tripulantes de un coche al que no le sirve la casetera se convierten en pan de cada día.
La fotografía de la película se aleja de la presentación en wildescreen para dar una imagen en pantalla con el formato a 4:3. Destaca la perpetua desaturación de los colores que deja como resultado una imagen de escala de grises. Misma que se aprovecha para resaltar la emotividad de algunas escenas, así como las transiciones por sobre y subexposiciones.
De la misma manera, uno de los fuertes de la película es la musicalización y sonorización, que dejan una amplia ejecución acústica. Con sonidos estridentes ejecutados con cuidado de delicadeza, remarca los silencios absolutos en leitmotiv con acciones como colocarse unos audífonos. De la misma manera se utilizan diferentes planos de audio en las que las narraciones empatan con las acciones de los actores.
La música es una selección de la melancolía mexicana a cargo de una de los máximos expositores de la composición de país, Agustín Lara, así como de José José y Juan Gabriel, estás muestran paralelismos emocionales con las imágenes en pantalla.
La ruptura de la ficcionalidad es una rareza en las películas, pero este filme, integra a mitad de su presentación, comentarios de los actores de sobre el trabajo de guion, así como críticas hacía las comunidades cinematográficas.
Los personajes de Güeros siempre está búsqueda, no sólo de Epigmenio, sino de su propia identidad, buscan encajar en una sociedad que dista de comprender a las minorías, quieren remarcar su ideales sociales, políticos y emocionales. Quien dejar la estática por ser activos en un mundo opresor, donde ellos son su propia jaula.



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