Cero y van 4

Cero y van 4

Por Erik Martínez

Cero y van 4  (2004). Dir. Carlos CarreraFernando SariñanaAlejandro Gamboa y Antonio Serrano Argüelles
Un cortometraje, cómico, simple y atrapante. Una sencilla premisa, dos amigos son descubiertos fumando mariguana por un judicial, hacen de “Cero y van 4” destacar entre su simpleza.
Con una buena creación de personajes sumamente estereotipados, el cortometraje provoca una inmediata identificación de actitudes y comportamientos. Un pacheco, el personaje protagonista, para quien las drogas se han convertido en una constante, su vestimenta casual, desordenado, holgada y un gorro que lo acompaña.
Su amigo, Poncho, por otra parte, rubio, alto, de carácter más humilde, pero con una patanería que deja explícita en los primeros segundos del corto. En estos se ven fumando y charlando de trivialidades, cuando de un momento a otro, sueltan una enorme carcajada, la cual encanala el tono de la obra.
Por otra parte, el judicial que los descubre, “El torzón”, sujeto corpulento, de camisa de cuello, fajado, que denota vivir una vida alegre con las ganancias de la corrupción de su trabajo, Con grandes complejos sexuales notorios durante todo su desarrollo.
Sólo por mencionar a estos tres personajes, que en lo predecible de sus comportamientos encuentran en los giros provocados por los secundarios. Como resultado, los conflictos necesarios para que el personaje se encuentre con él.
Varios aspectos son los que se pueden destacar de este cortometraje, entre ello, el trabajo de iluminación, el cual se desarrolla por la noche. Con pocas fuentes lumínicas, logra crear un ambiente de oscuridad en donde sólo lo necesario se tiene que destacar, dejando al trabajo de arte como un mero decorado bien logrado para lograr encasillar al espectador en los interiores,
El cortometraje usa una paleta de color en donde deja marcados cuáles son sus tonos claros y obscuros, pero en especial el rojo, resalta a la vista pues solo es empleado en pocas prendas, como la del Torzón, la gorra del diler y los calzones del hermano.

Ecléctico y mordaz. Cero de 4 encierra en sus pocos minutos logra cautivar en una historia que sólo tiene dos finales. La decisión corre en el protagonista.

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