Desierto

Desierto

Por Erik Martínez

Desierto (2016). Dir. Jonás Cuarón
“Desierto” ofrece una historia simple; mexicanos tratando de cruzar la frontera. Una premisa, que si bien, al yuxtaponerla con el nombre del filme puede suponer las vicisitudes que los “mojados” pasan en un ambiente hostil como un desierto, da un elemento extra, o más bien, el principal: Un cazador que jugará al gato y al ratón.
Dejando de lado, al menos por un momento, la narrativa de la película, comenzaré a hacer hincapié en los aciertos cinematográficos que contiene. Una fotografía sobria, en la cual destacan los planos abiertos que sitúan al espectador en la locación, sumado a un buen trabajo de colorización, el cual hace la mezcla perfecta para transmitir las temperaturas del ambiente.
Asimismo, destacan los trabajos sonoros. Una musicalización discreta que encuentra el crescendo en los momentos cúspides, pero que el resto del tiempo se mantiene presente y escondida detrás de la imagen, esperando el momento de encontrar la perfecta integración con los efectos de sonorización bien logrados.
En cuanto a la historia se refiere. Un grupo de mexicanos trata cruzar la frontera con ayuda de un coyote. A mitad del camino el vehículo en el que son transportados se descompone y uno de los ayudantes acompaña a seguir el camino de “a pie” a los migrantes. El desconocido sendero alberga del otro lado de la frontera al antagonista de la historia, un cazador de mojados que cobijado por tratos con la migra, sale con su rifle y su perro a erradicar a migrantes.
La pesadilla de los que cruzan comienza con los disparos del buen blanquista, hasta que sólo quedan dos, Moisés (Gael García Bernal) y Adela (Alondra Hidalgo), quienes son perseguidos por Sam (Jeffrey Dean Morgan), el cazador.
Este filme, dirigido por Jonás Cuarón, hijo Alfonso Cuarón, logró hacer cine con mexicanos. Una trama que recurre al cliché del “corre que te alcanzo”, si bien, logra que el espectador pase un rato de suspenso, encariñándose con las historias de los personajes para sufrir junto con ellos, cae en varios baches.
Una persecución en un desierto, que en algún momento inminente tendría que acabar en campo abierto. Y sobre todo un tirador con superpuntería que podría tirarle a todo lo que se mueve. Conclusión, un malo, muy malo que se defiende con bandera nacionalista, o bien, el refrito de un puñado de producciones.
Se trata de un filme de poca profundidad, una caricatura de lo pasan lo verdaderos migrantes, que a más de tener que lidiar con los agentes estadunidenses, su principal enemigo se convierte en el desierto, mismo que en la pantalla sólo sirvió de pretexto para contextualizar personajes.
Fallas argumentales, como Sam, que es un excelente tirador, que incluso pudo atinar sus disparos a un vehículo en movimiento, pero que falló rotundamente al intentar matar al protagonista aun cuando lo tenía enfrente.
Desierto, es un filme palomero, de eso que disfrutas los domingos y puedes ver a actores mexicanos en grandes producciones, pero que no traspasan las barreras de la buena creatividad.
Este es el filme que la Academia Mexicana de Cinematografía mandó a consideración para los Oscar, mientras que a “Las Elegidas”, película dirigida David Palos fueron a buscar la nominación a los nada despreciables Premios Goya.


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