The Witch

The Witch

Un conejo, un cuervo y una cabra, la bruja siempre presente, pero inadvertida a los ojos de los hombres.

Por Erik Martínez

The Witch (2015). Dir. Robert Eggers
El 2016 ha sido un año de altibajos en el cine, pero si hablamos de mi género favorito, el terror, la industria cinematográfica ha encontrado el punto de equilibrio para ofrecer un buen contenido. “The Witch (La Bruja)” dirigida por Robert Eggers, sin dar a dudas se lleva las palmas del género y a mi parecer se convierte en una de las mejores del año.
El filme narra la historia de una familia puritana de Nueva Inglaterra del Siglo XVII que después de ser expulsados de su comunidad deciden ir a vivir a un bosque separado de toda sociedad. William el padre, Katherin, su esposa y sus hijos Thomasin, Caleb, los gemelos Mercy y Jonas y el quinto hijo, un bebé llamado Samuel.
Al poco tiempo de iniciada la película, en medio de un juego de niños, el bebé desaparece, la conmoción es extiende a la familia que se apresura a buscarlo por el bosque sin tener ningún resultado. Los rumores dicen que fue un lobo el que se llevó al niño, otros aseguran fue una bruja.
Este filme se distinguió de los otros del género por abordar el miedo de una manera diferente, presentándolo de varios ángulos. Siendo preocupante un niño desaparecido las lágrimas de la madre no son por la ausencia sino porque el infante no estaba bautizado y se iba a ir al infierno.
La misma familia que retrata la película es la que pone los pelos de punta. Una vida de escases, las mentiras y un ambiente religioso son el punto perfecto para una pequeña sociedad se destruye entre sí, la culpa y el señalamiento se convierten las principales armas.
De la misma manera, el cuerpo gráfico del filme sale a relucir. Un trabajo de arte lleva al espectador a sentir el frío del clima en la pantalla y a guardar el calor de la luz de la vela. Contextualiza con los vestuarios, los objetos de casa y los edificios, lo precario de una vida en el bosque, además de la cordial utilización de animales que simbólicos a las brujas.
La fotografía es uno de los aspectos a destacar en este filme, cada encuadre está diseñado para enfatizar el sentir de los personajes. Una calidad constante, mantiene la foto de The Witch en lo alto ofreciendo una versatilidad entre cada plano diseñado para la expresión de emociones específicas.
Una familia que se desmorona socialmente, el miedo y la incertidumbre son los elementos que se equilibran en una cuerda floja de moralidad puritana, mismos que dan sabor y ritmo a la película.
The Witch, se posiciona entre las mejores del año por su reinvención del miedo en la pantalla, como lo logró en 2013 The Conjuring, dejando a un lado los screamers para centrarse en la sensación.
Un conejo, un cuervo y una cabra, la bruja siempre presente, pero inadvertida a los ojos de los hombres. Una bruja que se transforma en el desagrado del uno por el otro. Ésta es una bruja que no tiene que hacer gran cosa para lograr lo que quiere. Y éste no es un filme que trate de una bruja, sino de personas.



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