Un gato callejero llamado Bob

Un gato callejero llamado Bob

Por Erik Martínez

A street cat named Bob (2016). Dir. Roger Spottiswoode
Una emotiva historia de amor, amistad y superación personal.
Un gato callejero llamado Bob encuentra en el desarrollo de sus personajes las transiciones adecuadas en los actos del filme, Exponiendo a cada uno de forma catártica, para después romperlos en el clímax.
Basada en hechos reales, la película cuenta la historia de James, un drogadicto que pasa sus días viviendo precariamente en las calles. Toca su guitarra para ganarse un poco de dinero e intentar comer con él.
En medio de su terapia de rehabilitación llega a una nueva casa donde conoce a quienes cambiaron su vida; un gato callejero y su vecina, una chica agradable con la que entabla una cercana amistada, ella nombra al gato Bob, quien se convertirá en el amigo inseparable de James.
La película ofrece al espectador altibajos melodramáticos, al enfrentar a cada uno de los personajes a su punto de debilidad, entrelaza las historias secundarias de tal manera que sirven de soporte para su estructura principal, y concluyen por fundirse en ella.
Bob se convierte en la salida de la bajeza para James, en el gato, él encuentra a un amigo, a un ser al que tiene que proteger.
Con marcados estereotipos discriminatorios, la película logra colocar un pensamiento crítico que encasilla al personaje principal, remarcando lo momentos emotivos y álgidos de la película.
Una perfecta ejecución de los personajes confidentes que dejan relucir los pensamientos de del protagonista y justifica los giros que se desencadenan en la escala dramática.
Artiscamente es justo denotar el trabajo de fotografía y dirección que se logró, así como la musicalización que se realizó en su mayoría por la canción cantada por el actor principal.
Sobre la colonización se puede decir que, conserva en todo momento una paleta de colores, matizados en de dos formas diferentes, al ojo de la cámara y la vista del gato en donde muestra una clara diferencia en cuando a color.
Asimismo, el casting es de resaltar, ya que cada actor logró cuadrar con la esencia de su papel a interpretar, mismo que demostraban una tendencia a la polaridad.
Si bien pudiera haber algunas inverosimilitudes en cuanto a acciones de la película. Un gato callejero llamado Bob, cuenta con un potencial cinematográfico potenciado por su riqueza visual y la estructuración de personajes y subtramas.
La soledad es el tema central. Una soledad en donde no sólo se está carente de compañía sino de voluntad, el encontrarla será el propósito.
El montaje responde a las corrientes soviéticas. Se puede distinguir el montaje overtonal de Eisenstein, en el que yuxtapone de manera emotiva sus tomas, creando un ritmo dramático, esto se denota en las escenas donde para tiempo con el gato, que son más largas y lentas que en las que está sufriendo por la abstinencia.

En cuento al montaje rítmico, se ve reflejando en con las canciones en las que hace cortes en canciones cada compás. Cuando el director quiere hacer énfasis a un objeto o expresión crea un corte cada blanca.

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