E.T. el extraterrestre

E.T. el extraterrestre

Considera por el American Film Institute en el lugar 24 de las mejores películas de la historia.

Por Erik Martínez

E.T. the Extra-Terrestrial (1981). Dir. Steven Spielberg
El fenómeno galáctico tomó fuerza con las películas de Star Wars de George Lucas, dejando un sello en la filmografía mundial y un emblema de la cultura geek. Fue la constante curiosidad del hombre por conocer que hay más allá del planeta lo que impulsó por muchos años relatos tanto en la literatura como en el cine.
Pero no fue hasta 1981 cundo Steven Spielberg presenta en la pantalla grande uno de los aliens más queridos del cine. “E.T. the Extra-Terrestrial” llegó con un arrasador éxito en las taquillas, superando a Star Wars y Jurassic Park (años después).
Y no es para menos su éxito, ya que contó con Spielberg, uno de los directores consolidados del momento por Jaws (1975), en la musicalización a John Williams,  de los mejores directores musicales del cine, y con efectos visuales innovadores para su época.
Sin embargo, ¿es una buena película o sólo es popular?, para ello desglosaremos varios aspectos que envuelven a la cinta para poder identificar sus aciertos y errores.
Iniciemos por la premisa del filme, una nave que llega a la Tierra a recolectar plantas, al escuchar a humanos escapan olvidando a uno de sus tripulantes, este es encontrado por Elliot, un niño quien lo adopta como una mascota y cuida en secreto junto a sus hermanos, aunque, E.T. creó una conexión con los niños, tiene un propósito, regresar a casa.
En cuanto al personaje principal, E.T. en su esencia parece despistado, aunque posee una gran inteligencia y poderes psíquicos. Su diseño es pequeño, robusto y arrugado, su propuesta visual, está al nivel de la creación de personajes del tipo en su época, aunque se ve superado por creaciones como las de Star Wars.
Los otros personajes del filme, no terminan por tener un desarrollo completo fuera de su presentación, exceptuando a Elliot y su hermano, todos conservan la misma primera impresión y terminan por dar la sensación de relleno. Cabe destacar como dato curioso la actuación de Drew Barrimore como la hermana más pequeña y su interacción con E.T, fue de lo más sincera ya que con sólo cinco años de edad, ella creía que el alien era real.
Los efectos visuales, mostraron una total innovación, poco vistos en su tiempo, crearon una fascinación al ver a los niños volar en sus bicicletas y la escena emblema de la luna, aunada a una magnífica banda sonora creada por John Williams, que acentuaría el dramatismo y la aventura del filme además de una buena fotografía reforzada por una excelente iluminación, trabajo que les hizo merecedores a nominaciones en los Oscar en esas categorías y obtener el galardón en las primeras dos.
A pesar de su gran recepción y sus casi 10.5 millones de dólares ($2,216,800,000 en ajuste con inflación) en presupuesto, la película presenta varias inverisimilitudes y ridiculeces en su puesta en escena. Una de ellas y quizás de las más notorias son los astronautas que llegan a la casa con la intención de tomar al extraterrestre, trajes que se vuelven inútiles con su más de cien kilos de peso, sin mencionar que no están en el espacio. Un enorme comercial a la NASA y a gobierno de las barras y las estrellas.
El interés de las autoridades termina siendo confuso, si bien llevaron astronautas a recuperarlo y agentes secretos en su investigación, al momento de montar un laboratorio en la casa se ve cómo los personajes van y vienen por todos lados, asimismo, con tan poca seguridad el alien revive y nadie se da cuenta.
En el último intento por salvar a E.T., los niños roban una de las camionetas para llevarlo al bosque donde había llamado a los suyos para ir a casa. A pesar de ser del interés para el gobierno, no los persiguen al momento, primero sale la madre en su coche, que la misma policía, la cual aparece hasta después.
Con la llegada de la nave espacial, de gran tamaño y ruido, nadie se da cuenta de su presencia y las autoridades no llegan al lugar a pesar de la persecución que dieron y que los niños salieron volando en bicicletas, si bien, esto retoma lo mágico del filme (punto central), cae en lo incoherente e inverosímil de la realidad.
En conclusión, E.T. es una película propositiva e innovadora con una historia que fácilmente atrapa al espectador con su narrativa y sus efectos visuales acompañados de un sonido fenomenal y una edición que le da un ritmo impresionante, sin embargo, resulta tener un argumento con varios puntos débiles que impiden una máxima cohesión.

A mi parecer, una película sobrevalorada.

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